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En los pasados meses de mayo y junio ya aparecieron en nuestros viñedos los primeros embriones de las flores y tuvo lugar uno de los momentos más importantes del ciclo vegetativo de la vid: la floración, que consiste en la apertura de la flor con desprendimiento de la corola y fecundación.
A raíz de lo que se llama fecundación, surgen lo que son los frutos iniciales de la vid, muy pequeños, muy ácidos y verdes. Se llaman "agraces" y su estado, que se prolonga hasta este mes de julio, se denomina "agraz". A partir de este momento, toda la planta empieza a ponerse al servicio del fruto, que poco a poco irá creciendo.
Antes de que la uva alcance el tamaño de un guisante, en Pagos de Negredo solemos limpiar la vid podando los vástagos -tallos nuevos que brotan al pie de la cepa- más largos y, si la planta es demasiado abundante, se ejecutan las llamadas 'vendimias en verde' o aclareos, eliminando una parte de los racimos jóvenes para limitar los rendimientos.
En próximas noticias, detallaremos cómo el grano de uva cambia de color y empieza a perder acidez en una fase posterior denominada "envero".
