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Durante el mes de abril, cuando empiezan a subir las temperaturas y se superan los 8-10ºC, se produce la "brotación o desborre".
El calor de la primavera es el primero tras el invierno que calienta la planta y que la hace despertar. Primero comienzan a hincharse las yemas y de ahí brotan las primeras hojas de la viña, que crecerán hasta convertirse en varas o sarmientos.
No toda la cepa desborra al mismo tiempo. Por eso puede haber diferencias en las cepas, unas con brotes y otras aún por nacer. En general, este proceso es más tardío en las zonas vinícolas más frías, sin embargo suele ser mucho más homogéneo.
Existen varios factores que influyen en la brotación, como la temperatura ambiente, que es decisiva como hemos comentado antes, la altura, que puede provocar la diferencia de temperaturas en una misma zona, la poda que se haya realizado, ya que cuanto más tarde se haya podado la viña, más le costará desborrar y las cepas, las más débiles suelen brotar antes que las más fuertes. También las enfermedades de las cepas pueden retrasar o estropear el desborre.
